Tercera parte de los mitos estudiados de Lakoff. Cuestiona mitos y avanzarás electoralmente
¿Las campañas políticas son de marketing?
Si la política es pura publicidad, ¿dónde queda la ideología? ¿Dónde queda el contacto personal con el vecindario? En primer lugar, el mito que estudia Lakoff versa sobre la adaptación que los demócratas hacen de su discurso a partir de las encuestas. Incluso Frank Luntz, un experto asesor en comunicación, en su recomendable libro: “La palabra es poder”, dice que las encuestas no son el método más adecuado para ganar votos. Más que saber lo que dicen las encuestas, hay que saber cómo hablan y qué piensan esas personas. También afirma que es importante organizar debates estructurados para saber cuáles son las palabras que más impacto tienen.
Por ejemplo, Luntz hizo un trabajo para los republicanos sobre medioambiente. Lo utilizó para vender leyes claramente anti ecológicas donde declaró: “A la gente que apoya el ecologismo le gustan determinadas palabras. Gustan palabras como «sano», «limpio», «seguro», porque encajan en marcos que describen lo que significan para ellos el medioambiente. Por lo tanto, dice Luntz, utiliza las palabras «sano», «limpio», «seguro» siempre que puede, incluso cuando hablas de plantas de carbón o plantas de energía nuclear”. Probablemente, más de un lector se escandaliza de lo que hacen los republicanos. Mi sugerencia es que, en lugar de quejarnos del uso malévolo que hacen del lenguaje, será más útil emplear las palabras que fomenten los valores que buscamos.
Ejemplos
Por ejemplo, he visto que más de un ecologista usaba las siglas ATC (almacén temporal transitorio); una forma muy neutra de hablar de un cementerio nuclear, expresión que suena mucho peor. En lugar de hablar de energías renovables, es mejor hablar de energías limpias. Por otra parte, cuando la industria de los residuos habla de valorización energética, es útil hablar de incineración tóxica, para poner de relieve lo que quieren tapar.
Lakoff dice una cosa que se puede aplicar perfectamente a la mayoría de partidos progresistas y verdes: “Simpatizantes y activistas trabajan demasiado y están mal pagados […]. Sobre todo, no tienen ni tiempo ni entrenamiento para pensar sobre cómo enmarcar las cuestiones que son importantes para ellos”. Desde hace años, me parece vital que se dedique menos tiempo a campañas y encuestas. Por el contrario, es mucho más útil formarse más en estos aspectos, porque las campañas futuras darán muchos más frutos en forma de impacto a la sociedad y de votos.
