Un concepto clave en comunicación política: las ideas fuerza. ¿Cuáles son los temas más importantes que quieres transmitir? ¿Cómo se expresan? ¿Tienen el impacto deseado?

Una idea fuerza bien construida transmite emociones, sensaciones, imágenes, etc. Crear una idea fuerza es complejo por qué depende de varios factores. Te describo algunos elementos para orientarte:

Vocabulario sencillo. Cuando un cliente me pide si una idea está bien expresada, les devuelvo una pregunta: «¿Tu abuelo, madre, vecino, amiga entendería lo qué quieres decir?» Hay que utilizar palabras que sean comprensibles para la mayoría de la población.

Depende del contexto social del momento. Una de las frases más famosas del siglo XX fue la de Wiston Churchil antes de declarar la guerra a Hitler «No tengo nada a ofrecer excepto sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor». Hoy no tendría ningún sentido en Gran Bretaña en paz. Por lo tanto, no hay frases impactantes por sí mismas, hay frases que cogen «el espíritu de la época» y por eso hay que estar al quite de la situación social y política, saliéndose de la propia burbuja política para poder captar los conceptos que sobrevuelan al electorado.

Breve. Tres, cuatro o cinco palabras. Puede ser seis o siete. Por ejemplo «Guerra contra el terror» que usó Bush después del 11 de septiembre de 2001 fue un éxito comunicativo tal, que incluso los medios de comunicación la usaban. Hasta que años después se dieron cuenta que sirvió para tapar vergüenzas como el billón de dólares que costó la guerra o el detestable campo de concentración de Abu Ghraib. Y, entonces, los periódicos y televisiones la dejaron de usar.

Memorable. ¿La gente la recuerda fácilmente? Dos trucos para hacerla recordable. Una manera es hacer una frase con rima. La otra es emplear palabras de fonética fácil.

Dar soluciones a los problemas de la gente. ¿El problema solo lo percibe el político? ¿Cuáles son los problemas del electorado? ¿Cómo se encajan con el programa electoral? Dar soluciones a quienes no tiene percepción de problema, no funciona.

Inequívoca. Es importante que la audiencia le dé un significado común, que no se preste a mal interpretaciones. Para comprobar esto, mira más abajo el concepto de retroalimentación.

Verbos en activo. Incitan a la acción: «construimos», «organizar» o «decide».

Palabras simbólicas. Es útil utilizar palabras que indican emociones (alegría, ilusión, etc.), metáforas (caminos, navegar, equipo, etc.). Por ejemplo, Lula, el presidente de Brasil, utilizó «La esperanza tiene que vencer al miedo»

Coherente con la estrategia comunicativa. Y si está construida sobre un candidato específico, hace falta que esté alineada con su relato, con su personaje y con la estrategia general.

Una vez tienes construida la idea fuerza y antes de lanzarla públicamente, es conveniente hacer pruebas con público real. ¿Cómo?

Un concepto clave en comunicación es la retroalimentación, que quiere decir que lo relevante no es lo que dices, sino lo que gente entiende. Hablando con clientes, a veces emplean palabras que implican abstracciones que la mayoría de la población no sabe darle sentido. Por ejemplo, «participación», «descarbonización» o «transparencia». Cuando me insisten que la gente los entiende, le digo que hagan una prueba. Que pregunten a 10 (o 20) personas fuera del círculo próximo, ¿qué entienden de la palabra? A menudo se quedan sorprendidos porque no todas las personas le dan el mismo significado y se dan cuenta que una buena parte de los interlocutores o no saben qué quiere decir el concepto o entienden una cosa diferente.

Una vez que has hecho el proceso, puedes repetirlo unas cuántas vueltas con diferentes palabras, frases hasta que se acerque a lo que quieres transmitir.

Haciendo este procedimiento es muy probable que te asegures que lo que intentas trasladar llegue a tus posibles votantes o hagas publicaciones en las redes de internet tengas un mejor impacto y ganes votantes.

Un último consejo. Crea tres mensajes para la campaña electoral. Solo tres. ¿Por qué tres? Porque la gente no suele recordar decálogos. Tres ideas fuerza es más probable que las recuerde. Y si encima son problemas principales que inquietan a tu electorado y tienes soluciones, es más probable que te escuchen y, por lo tanto, que te voten.

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